Los LCD se han apoderado del mercado y en muy pocos tiempo, ya podremos disfrutar de ¡Pantallas 3D!
Pero.... Sabemos como funcionan? Qué es exactamente lo que brindan?
Los televisores 3D que se venden en nuestro mercado hoy en día, requíeren de unas gafas para poder contemplar el efecto de tridimensionalidad como lo hacemos en el cine. El problema está en que uno no compra una televisión 3D para sí sólo, sino que acaba siendo el centro multimedia de una familia y, en ocasiones, de invitados.
Es por esto que algunos fabricantes, vieron la necesidad y la incomodidad que esto generaba y comenzaron a desarrollar los primeros televisores 3D sin gafas.
Básicamente el funcionamiento es el siguiente:
Los televisores 3D sin gafas utilizan una especie de lente especial en la parte superior de la pantalla para conseguir sincronizar las imágenes. Es decir, digamos que sería algo parecido a poner unas gafas gigantes a la pantalla para que varias personas puedan ver el contenido 3D al mismo tiempo, en vez de colocar unas gafas 3D a cada espectador de la sala.
A veces, las condiciones para poder ver de forma óptima una televisión 3D sin gafas son complicadas, ya que el espectador debe situarse a una distancia de la pantalla determinada, estar dentro del ángulo de incidencia concreto (justo enfrente), etc.
Si el objetivo de esta tecnología es conseguir que el día a día de las personas frente a la televisión sea de 3 dimensiones, creo que la apuesta de fabricar televisores 3D que no necesiten gafas es el paso más lógico y certero.
Como ya lo vienen haciendo (a pasos agigantados), esperemos que esta tecnología evolucione rápidamente para poder disfrutar de contenidos multimedia de la manera más creativa y sensorial posible.
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